01/01/2023
Sunday
26 ago 2024
Según una investigación de especialistas de las Universidades de Alicante y Valencia, el cambio climático en la Comunidad Valenciana, en forma de temperaturas nocturnas más altas, hace que la temporada turística sea más favorable durante todo el año. Esto prolonga la temporada turística en primavera y otoño, pero el peor “confort climático” se produce en pleno verano.

Los cambios en la temperatura y los patrones de precipitación estacional afectan el confort climático, el recurso turístico más importante de la región. En particular, se registró un aumento de las temperaturas máximas en verano y finales de primavera, especialmente en el interior. Así como un aumento de la frecuencia de las “noches tropicales” (cuando la temperatura mínima nocturna es superior a los 20°C) en la zona costera y un aumento de la temperatura del agua del Mediterráneo.
La actividad turística es uno de los factores económicos más importantes de la Comunitat Valenciana, al mismo tiempo que se basa en gran medida en unas condiciones climáticas ideales para el recurso de “sol y playa”. En este contexto, el cambio climático está afectando a estas condiciones, que en verano se vuelven algo menos atractivas debido a las temperaturas extremadamente altas. Sin embargo, al mismo tiempo, esto abre nuevas oportunidades para nuevas formas de turismo en el interior del país, lo que se ve facilitado en gran medida por el acortamiento de la temporada de frío.

Las investigaciones predicen una grave pérdida de confort térmico en verano para 2100, mientras que en invierno ocurrirá lo contrario. Además, en las regiones montañosas y en altitudes elevadas se puede esperar un aumento relativo del confort no sólo en invierno sino también en otoño y primavera.
La velocidad de adaptación del turismo es importante para mantener la competitividad y su fuerte influencia en la economía regional. Por ello, los autores de los estudios proponen las siguientes medidas: cambiar el calendario de “temporada alta”, incluidos junio y septiembre, mejorar las condiciones de las instalaciones turísticas en relación con el cambio climático. Buenos sistemas de suministro de agua y cambios en los protocolos de salud pública y civil para abordar cuestiones relacionadas con los peligros climáticos, como las fuertes lluvias.
A pesar de todos los cambios mencionados anteriormente, la región de la Costa Blanca sigue siendo uno de los lugares más saludables de Europa según la Organización Mundial de la Salud.


